El pasado 8 de diciembre en representación de AGABACE (Asociación Gallega de Barcos Clásicos y de Época) asistí por la amable invitación del YCC a la presentación del calendario de regatas de este año 2013 “ChallengeClassique Manche Atlantique”,en el que por primera vez se incluye un rally desde la Bretaña a las Rías bajas gallegas con la participación posterior en nuestra regata de las Islas Atlánticas organizada por el Club náutico de San Vicente do Mar y AGABACE. Creo sinceramente que esta será una gran ocasión para establecer una relación perdurable del YCC y AGABACE que nos permita establecer lazos de unión entre dos zonas atlánticas que históricamente han tenido siempre mucho en común.
La idea de aportar a la magnífica revista del YCC una pequeña colaboración, surge como iniciativa de su vicepresidente Olivier Beau que amablemente me invita a ello y por tanto voy a intentar abordar esta invitación con algunos apuntes históricos de los comienzos de la vela en Galicia y su indudable influencia francesa.
En octubre de 1907 se crea en París la IYRU con gran peso de Francia e Inglaterra en su constitución y así nace la Regla Internacional con la idea de aportar un sistema de medición para le construcción de barcos de regata que permitiera unificar criterios de una forma universal.
Francia, a través del CVP (Club de Vela de Paris)con gran influencia en el proyecto, aceptó la nueva fórmula propuesta naciendo así las clases Métricas que tanto auge han tenido en la primera mitad del siglo XX en toda Europa.
No obstante, la implantación definitiva no fue tan sencilla; el peso de los SONDERKLASSE alemanes, los maravillosos barcos de la Square Metre Rule escandinava o la Regla Universal americana de Herreschoff, siguieron ejerciendo su influencia durante años.
En Francia Eugene Laverne, en desacuerdo con la posición oficial del CVP propuso con gran acierto, la creación de una nueva clase que permitiera construir barcos mucho más baratos, ligeros y fáciles de transportar por superficie. La primera fórmula fue desarrollada por el arquitecto naval francés Louis Dyévre miembro de la Sociedad de Regatas de Vannes.Asi nace el 6.50 SI. Esta nueva fórmula de gran éxito, fue aceptada por el Yacht Club de Francia y participó en los Juegos Olímpicos de 1920 y en la One Ton Cup entre 1920 y 1923.
En los clubes españoles del norte, Bilbao, San Sebastián y Santander principalmente, se desarrolla una gran actividad náutica auspiciada por el propio rey D. Alfonso XIII, gran aficionado a las regatas y los deportes náuticos. Las clases métricas se imponen a los antiguos Sonderklasse alemanes y tienen un gran auge llegando a haber en los años 30 una de las flotas de 6 M (JI) más importantes del mundo. De los 20 barcos de 15M JI construidos en todo el mundo, cuatro fueron españoles, El Hispania del rey hoy felizmente restaurado, el Tuiga del duque de Medinaceli hoy en el club de Mónaco, el SLEC del marqués de Comillas y el Encarnita del marqués de Cubas este último construido en España en astilleros Karrpard con diseño francés de Joseph Guedón y que como dato curioso estaba dotado de un motor Renault de 70 caballos y un sistema de carena para la hélice en regatas, algo totalmente inusual en la época.
El rey participó en casi la totalidad de las clases métricas construyendo numerosos barcos, casi todos ellos en astilleros españoles del norte con alguna excepción como fue uno de sus mejores barcos de la clase 10 M JI, el Corzo, construido por los astilleros franceses Bonnin et Barré de Lormont, sobre los planos de MM. Guédon et Delanoy.
El rey D.Alfonso XIII, con el ánimo de impulsar una nueva clase, fue armador de dos barcos 8.50 SI, El Barandil III y el Giralda VI también de formula francesa, destinada a sustituir a los 7 M JI, pero esta nueva clase inspirada en la misma fórmula de los 6.50 SI, tuvo muy escasa aceptación
España adopta la nueva fórmula francesa en 1912 y en los años 20 ya navegaba en el norte una importante flota de 6.50 SI. Una gran parte de estos barcos, a partir del año 26 pasan a pertenecer a armadores gallegos, estableciéndose una numerosa flota repartida en tres puntos principales de Galicia, el Real Club de Regatas Galicia, el más antiguo de Galicia fundado en 1902 en Villagarcia de Arosa , el Real Club Náutico de Vigo y el Real Club Náutico de la Coruña.La Escuela Naval Militar siempre presente en el deporte de la vela, muestra gran interés por la clase patrocinando muchas de estas regatas. Esta importante flota estuvo activa hasta principios de los años 50 y desgraciadamente se conservan muy pocos barcos en la actualidad.
VILLAGARCIA 1943
Por tanto, podemos afirmar sin lugar a dudas, que la primera flota importante de barcos de regatas de Galicia, tuvo un indudable origen francés en los 6.50 SI
LUIS TOURON FIGUEROA
Vicepresidente de AGABCE (Asociación Gallega de Barcos Clásicos y de Época)
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